miércoles, 14 de abril de 2010

Fantasía

El tiempo pasa, las personas cambian. Pero unos pocos queremos seguir pretendiendo que todo se mantiene igual.
Tengo miedo de despertarme un día y darme cuenta del tiempo que perdí inventándome fantasías. Vidas imaginarias.
Tengo miedo de admitir que mi vida gira entorno a ilusiones. Que todo lo que conozco ya no esta. Y que lo que me queda no es más que mi imaginación.
Soy una persona para el mundo. Pero totalmente otra para mí.
Desde que tengo memoria solo vivo el día a día. Sin pensar en el mañana, pero sí en el pasado. Me aferro demasiado a los recuerdos, aunque muy bien sé lo mal que me hacen.
Solo vivo el presente, sin ambiciones. Solo pensando en lo que pudo ser y no en lo que podría ser.
Forzando palabras. Porque sé que escriba lo que escriba, nunca van a reflejar lo que siento, lo que soy.
Idealizo un mundo que sé no podría ser cierto. Pero al menos ahí soy yo y no quién ven los demás.
No hago nada para intentar cambiar mi vida. No hago absolutamente nada para que mis ideas sean realidad. Debe ser que temo a la desilusión. Debe ser que ya me desilusionaron lo suficiente como para seguir creyendo que eso es posible.

En este momento no necesito nada, pero a la vez todo. Al menos puedo ser yo misma para mí. ¿Por qué necesitaría serlo para alguien más? Prefiero mantenerme al margen del mundo. Prefiero ser para mí y que mi mundo se acabe cuando apago mi computadora. Quiero que todo quede acá y que mañana sea otro día igual a este.