viernes, 12 de junio de 2009

Más que una mascota

Sé que mucha gente piensa que los animales no son más que eso, pero sé también que hay mucha gente que cree que las mascotas son mucho más que solo animales. Hoy puedo admitir que soy una de esas personas.
Mucha de la gente que me conoce sabe que estoy pasando por un momento muy difícil, y por más que muchas veces se quiera ocultar el sufrimiento, siempre se manifiesta de un modo u otro.
Una de las cosas que más me duelen, y que no tengo vergüenza de admitir, es que perdí algo que quería mucho. No se si tratarla de objeto es lo correcto, porque para mi no lo era. Me refiero a mi perra, que si bien no era una de las finezas más extravagantes ni de la raza más pura, era mi amiga.

Una mascota es un ser que te da mucho afecto. Es incondicional, y puede pasar toda su vida acompañándote. A su vez no demanda más que lo necesario para vivir.
Hay muchos que, aunque los tratemos terriblemente, van a seguir insistiendo para darnos su cariño aunque nosotros mismos no lo merezcamos.
Cada mascota es un mundo, y la mia lo era. Y se que yo formaba parte del suyo.
Uno no se da cuenta, no? pero tarde o temprano se termina el tiempo. Uno no imagina cuando ni como, pero en algún momento termina.
Nunca me voy a poder perdonar la forma, ni el momento en que paso esto. Si bien dicen que ella murió por la edad, yo se que fué la tristreza. La alejaron de todo lo que conocio en su vida, de la gente que la queria, de la gente a la que queria. Si bien compartió sus ultimos momentos con mi papá, que también la queria incondicionalmente, creo que no fué suficiente.

No, no me olvido que estamos hablando de una perra. No me olvido que era un animal, pero, acaso el mismo ser humano no es también un animal? Entonces, por qué no podemos tener de amigos y compañeros a otros animales?
En algún momento llegué a pensar que la gente que trata a sus mascotas como parte de la familia eran patéticas. Hasta el día de hoy que me doy cuenta, y espero que todos los que piensan así lo hagan alguna vez.

Queria desahogarme. Todavia lloro cuando pienso en ella. Hay ciertas cosas, ciertas costumbres que tenía que no las voy a olvidar nunca. Después de todo, es imposible hacerlo. Compartí con ella casi toda mi vida. La quería, la quiero y la querre siempre, y se me va a hacer muy difícil hacerme a la idea de no poder volver a verla. De no recibir más su cariño. De no ver más esos ojos saltones pidiendome atención, que comparta con ella mi comida. No voy a olvidar nunca la emoción con la que me recibia cada día. Del calor que me daba por las noches cuando dormia con ella. Del olor que tenía, que creo que era una mezcla de embutidos, más bien salame. No voy a olvidar su pelo en mi ropa. Sobre todo, no voy a olvidar nunca todo el cariño incondicional que me daba, sin demandar mucho más a cambio de lo necesario para vivir.

"Quiereme y te querre. Odiame, pero aún así te querre.
Alimentame y tendras quien te extrañe cuando no estes.
Tendrás quien te espere y quien te reciba con mucha felicidad cada vez que regreses a casa.
Y no te pido más que lo necesario para vivir."

Te quiero mucho, gorda. Siempre vas a tener tu lugar en mi corazón.